Carta abierta a Ovidio Agüero

Monday, November 10, 2008 ·


*Foto de La Nación

Diputado Agüero,

Con tristeza leo las declaraciones de su abogado en Diario Extra del sábado anterior. Y me encuentro aún esperando no solo que usted renuncie a su inmunidad: estoy esperando que deje su curul, apelando a la decencia que imagino que usted debe tener escondida en alguna parte. Renuncie, diputado Agüero: es su deber. Así lo piensan miembros inteligentes y coherentes de su partido, y un montón de personas indignadas, que no manejamos borrachas, se lo pedimos también.
No sé en qué momento usted y Jesús Baltodano comenzaron a vernos la cara de tontos a las y los costarricenses. Honestamente, ya somos muchas las personas hartas de ver a diputados y diputadas irresponsables e incoherentes enamorados de su curul. Suélte la curul, Ovidio, y limpie lo poco que todavía puede limpiar de su nombre: las 24 infracciones a la ley de tránsito que tiene en su récord de conductor desde el 97 no dicen nada bueno de su forma de manejarse en las vías. Usted no es un buen ejemplo para nuestros niños y niñas.
Le decía que no sé en qué momento usted y su abogado decidieron hacernos pasar por brutas a un montón de personas que seguimos esperando su renuncia: 1.39% equivale a 5-7 whiskies, o su equivalente en días de enjuague bucal con alto contenido alcohólico. Si esta prueba no es vinculante, entonces nos jodimos todos. No sé cuándo fue que dejó de ser delito manejar en estado de ebriedad, Ovidio Agüero, pero de fijo a las dos familias a las que usted, bajo los efectos del alcohol, les ha arrebatado un hijo, no han sido notificadas todavía.
En otros países, como España, una persona con más de 0.25% miligramos de alcohol en cada litro de aire espirado tienen prohibido manejar. Este porcentaje deberá ser de 0,5% por litro en el examen de sangre. A menos que usted hubiera pasado los tres días anteriores a este "accidente" haciendo gárgaras de alcohol de fricciones sin parar, no creo que haya "errores" que desvinculen la prueba del crimen en este caso. En resumidas cuentas, diputado Agüero, no me venga a decir que usted no estaba manejando borracho.
No entiendo qué es lo que está usted esperando para renunciar a su puesto en la Asamblea Legislativa, diputado Agüero, pero espero que las palabras de la ministra de transportes se hagan realidad en este caso. Vivimos en un país mutilado por los conductores temerarios, ebrios y piqueteros y ningún favor hace usted al país comportándose como uno más de los tantos irresponsables que ensucian nuestras carreteras.
Le insisto una vez más, diputado: su ejemplo es del todo nocivo para nuestra juventud y lo único bueno que puede usted sacarle a todo esto, es asumir su responsabilidad delante del pueblo de Costa Rica, para que nuestros niños y niñas aprendan que cuando uno comete un delito no se esconde detrás de su cargo ni intenta manipular la ley a su favor: muy al contrario, da la cara y acepta sus errores, se somete a la ley y punto.