A mí que me revisen

Monday, July 23, 2007 ·


si no vendemos la vaca



Furioseando por el Cono Sur, tuvimos la gratificante experiencia de encontrarnos con un exiliado argentino ex residente en Costa Rica que actualmente tiene su base de operaciones en México. De Costa Rica guarda gratos recuerdos que lo convirtieron durante una jornada de dos días en el más acérrimo defensor del sistema democrático costarricense y nuestro muy bien parado modelo económico que resultó ser la envidia de todo un grupo de intelectuales con quienes compartimos casa y comida durante 48 horas de reuniones y trabajo. Ante la mirada de asombro de un querido amigo chileno, nuestro fan #1 presumía de las bondades de nuestro pequeño país en términos de telecomunicaciones, salud, educación, agua y demás. El chileno abría la boca cada vez más y luego, entre copa y copa, procedía a contarnos cómo la universidad pública de su país cuesta más de 200 dólares gringos mensuales a cualquier estudiante y nos preguntaba cómo diantre es que en Costa Rica se quiere implantar un modelo de desarrollo a la chilena si con 1 dólar gringo podemos mandar nosécuántos mensajes de texto. No terminaba de entender que tengamos cobertura prácticamente nacional de energía eléctrica, y menos que en el hospital te dejen entrar sin carné del seguro y te atiendan sin pedirte un cheque en blanco con el que se costeará tu atención y tratamiento. Hablamos de propiedad intelectual, de educación pública, de derechos elementales del ser humano, de economía social, de modelos alternativos de desarrollo y de padres que pueden ir a la cárcel si no pagan la pensión alimentaria de sus chiquitos.
Nos reímos, conversamos, filosofamos, hilamos fino: les conté que, a pesar de las impresionantes narraciones de nuestro fan #1, que tiene 17 años de no venir a Costa Rica, nuestro país está al borde del colapso y todas esas cosas maravillosas de las que presumíamos minutos antes están a punto de irse de nuestras manos. También hablamos de este gobiernito de mentiras que llevamos en la espalda, de su irresponsabilidad y falta de moral, de sus agenditas escondidas, de los recortes presupuestarios a las instituciones estatales, de la decadencia de nuestro estado democrático, de la incompetencia de algunos y la dejadez de otros, de la inseguridad ciudadana desatada en los últimos años - clara evidencia de nuestra debacle socioeconómica-, de la presión que se ejerce desde algunos sectores mojigatos y cegatos sobre los trabajadores de la empresa privada, de la campaña de desinformación, de la campaña de miedo, del acoso laboral... Tristes todos al final, el fan #1 de Costa Rica se lamentaba de la falta de visión y nos contaba sobre lo que ha pasado en México en los últimos años. El chileno escuchaba con impotencia y agüevazón cómo todo lo que él y sus compatriotas añoran y desean acá nos lo quieren tirar en la bolsa de la basura. Y después de dos lindos días de conversa con colegas de toda la región continental, hasta los que traían una mentalidad más empresarial y aperturista nos dieron la razón: no hay capitalismo sostenible, el capitalismo es genocida.