Romper el Silencio

Tuesday, March 27, 2007 ·

A propósito de malas palabras, le dejo con Itz.
Ella lo dice todo en palabras claras, concisas y, si usted quiere, malas.
Estamos hartas de que se nos semantice como si fuéramos engendros del demonio. Como si fuéramos el lado oscuro de la fuerza. Estamos hartas, y vamos a romper el silencio.
Si le molesta, "Haga el favor de hacerse a un ladito y deje trabajar. Gracias."

De las Brutalidades I

Thursday, March 15, 2007 ·

La brutalidad periodística.



No nos referimos a un periodista "bruto", ni a la "brutalidad" en su acepción de "torpe", "idiota", "tonto"... Nos referimos a la brutalidad en su acepción de "crueldad" o "grosería" (para dudas vaya usted a http://buscon.rae.es/, aquí no nos vamos a detener en esta discusión) .
Brutalidad como insensibilidad ante una realidad que parece pertenecernos a tod@s, con excepción de quienes se encargan de buscar, elaborar, reconstruir y repartir noticias.
Establezcamos un par de premisas para explicar nuestro razonamiento:
- No consideramos que la prensa está aliada al gobierno de turno. La prensa, en realidad, es parte de un engranaje sistemático que ordena una sociedad. La prensa está aliada al sistema de gobierno y no al gobierno particular.
- No podemos decir, entonces, que en el caso de Costa Rica las grandes empresas de noticias le den un apoyo incondicional al gobierno como parte de un juego perverso en el que hay gente ganando dinero. La lógica en la que se desarrollan los procesos de alianza entre el gobierno y la prensa es otra: el "periodismo objetivo" tiene como misión el mantenimiento del orden establecido. Un orden que respalda una ideología política y que se suscribe a una lógica de proceder específica dictada por reglas sociales de interacción.
- El "periodismo objetivo" existe para respaldar y salvaguardar el sistema de gobierno existente (dentro de una organicidad que apenas nos permite arriesgarnos a hacer este tipo de afirmaciones).
Establecidas las premisas, podemos ahora realizar un humilde análisis de la realidad periodística de nuestro país. País que, chiquitico y todo, nos está dando grandes, grandes sorpresas en los últimos meses.

Hay varias curiosidades dentro de la ola de brutalidad periodística que ataca a Costa Rica en este momento. Tal vez la más importante - y que da nombre a este "artículo"- tiene que ver con los procesos de sensibilización y desensibilización que se producen en el ámbito de la generación de noticias. Esta curiosidad es aun más curiosa porque nos encontramos ante un fenómeno de deconstrucción del discurso de la "rebelión de las masas". En un principio fue la rebelión de unos contra otros: la masa contra el poder. Con un discurso que reivindica a los actores reales de los procesos democráticos, se emprendió la lucha contra la institucionalidad que, desde el ámbito de lo legal, se aprovechaba de las grandes mayorías. Esta parte del cuento ya la sabemos, así que no vamos a profundizar en ella... Pero de unos años para acá, hemos enfrentado la desviación de este discurso: venido desde la periférica marginalidad de la lucha de clases, el discurso de la rebelión de las masas ha sido retomado, resemantizado y aplicado de vuelta por los grupos empresarios. Nos encontramos en un momento en el que el empleado público es el feroz enemigo de las masas populares: el empleado público, que NO es pueblo, es el ladrón (antes el ladrón era diputado o ministro...) Y si se manifiesta en contra de la privatización de las instituciones del estado, lo hace simplemente para defender sus privilegios... Desde esta lógica retorcida, el "periodismo objetivo" hace eco de la ideología del grupo poderoso (simplemente porque es el grupo poderoso, no por otras razones que se nos antojan cuando jugamos a hilar más fino).
La brutalidad periodística se produce a partir de las reducciones anteriormente mencionadas. De esta forma, el "periodismo objetivo" se dedica a "informar" desde la falacia: construye un imaginario desde la discriminación, la generalización y la torpeza. Este imaginario - asentado sobre débiles bases que se tambalean a cada cuestionamiento realizado por medios alternativos de comunicación- atribuye características violentas a cualquier movimiento que propicie resistencia y cuestionamiento de las reglas establecidas: no se ve al pueblo como sociedad civil que ejerce su derecho al berreo, a la protesta, a la manifestación, a la huelga. El pueblo no tiene capacidad de disernimiento, por eso hay un poder hegemónico que toma las decisiones por él. Desde esta perspectiva, los medios tradicionales, afectados en su base por la amenaza del cambio social, orientan todas sus fuerzas hacia el mantenimiento del orden.
El caso más específico al que podemos aludir en el contexto de la resistencia frente al TLC es el de Freddy Serrano, periodista de Canal 7. Con un evidente desconocimiento de la realidad política del país y de los actores que participan en este proceso, el periodista - ajeno al escenario en el cual se desarrollan las acciones en contra de la aprobación del Tratado de Libre Comercio- dedica su tiempo laboral a construir arquetipos arbitrarios que oferta a los consumidores de noticias en su espacio televisivo. Los "peligrosos" movimientos revolucionarios se esconden tras la fachada de "inocentes" movimientos culturales. Los "violentos" e "irreverentes" estudiantes se escudan tras la legitimidad que les aportan sus casas de estudios (controladas por rectorías "irresponsables" que los "incitan" a la protesta violenta). Estudiantes "malcriados" que salen a bloquear las calles por las que transita el trabajador común que con sus impuestos paga la "malgastada" enseñanza de estos "irrespetuosos" "controlados" por sindicalistas "aprovechados" que solo defienden sus propios intereses y "manipulan" a la opinión pública... (si quiere usted un ejemplo claro de lo que estamos comentando, venga por aquí...)
Este uso excesivo de lugares comunes, que exhorta al gobierno a hacer uso de la brutalidad policial (segunda brutalidad) se orienta a justificar la represión de las expresiones populares de disconformidad...

Seguiremos con el tema en nuestra próxima entrega.